Primeros días, primeras historias

Ya son 7 días los que llevamos por Lagos, 7 días en los que hemos visto un poquito de una ciudad en la que, dicen, viven 18 millones de personas.

El trabajo en la oficina es entretenido. Como en África no hay oficinas comerciales en todos los países, los países que sí que tienen suelen ejercer también como la oficina de los países satélites, de tal manera que además de Nigeria llevamos los asuntos de Benín, Togo, Níger, Chad y República Centroafricana. Siendo sinceros, la mayor parte del trabajo que se realiza es sobre Nigeria, de Benín y Togo suele haber alguna consulta o informe y con los otros tres países no hay ningún tipo de comercio.

Nuestro trabajo se divide, fundamentalmente, en dos partes: una centrada en organizar misiones comerciales y otra en responder consultas que hacen las empresas españolas. Las misiones comerciales son visitas de empresarios españoles a Nigeria, que duran entre tres y cuatro días, en las que se entrevistan con empresarios o autoridades del país para valorar la posibilidad de tener relaciones comerciales.

A mí, personalmente, me hace más gracia la parte de consultas, pero porque Nigeria es un país muy muy peculiar. La mayoría de consultas que recibimos son de empresarios españoles que creen que están haciendo negocios con empresas nigerianas, pero en verdad, están siendo timados por sociedades ficticias. Claro, luego hay que avisar al empresario: "Lamento comunicarle que la fiabilidad de esta operación queda en entredicho porque..." Esta semana me quedo con una frase que me dejó la anterior becaria apuntada para que la tenga en mente cada vez que responda a una consulta "Nunca infravalores la ingenuidad de los empresarios españoles, ni la inteligencia de los que están detrás de estos timos"

Cambiando de tema, ayer salimos por primera vez por Lagos y parece que la noche nigeriana va a dar bastante juego. Quedamos a tomar algo con los delegados comerciales de Iberia y estuvimos en un bar-restaurante-club de jazz nigeriano que me sorprendió muy positivamente. Aquí las amistades no se hacen, se "heredan", éstos de Iberia eran amigos de los anteriores becarios, de los de hace 2 años y así desde hace muchos años.

Además los lunes se organizan partidos de fútbol entre expatriados y ya el lunes estuve jugando con ellos. A pesar de la matada que fue jugar a 35 grados con un 90% de humedad, estuvo fenomenal poder conocer a gente (brasileños y chilenos sobre todo) y agradecí mucho poder salir de casa. Los nigerianos del campo de fútbol, tuvieron un detallazo -una chorrada, pero a mí me encantó- que fue dejarnos, a pie de campo, una cestita hasta arriba de botellas de agua helada, que a las temperaturas a las que estábamos, creedme, se agradece.

Por último, me gustaría aclarar el tema de la bala. Algunos ya lo sabréis, otros no, así que os pongo en situación:  la semana antes de salir hacia Lagos, alguien me comentó que mi coche de Nigeria tenía un agujero de bala. Como os podéis imaginar, esa semana le estuve dando muchas muchas vueltas al tema del dichoso balazo (no mola ir en un coche que ha sido tiroteado...). Pues bien, lo primero que hice al aterrizar, lógicamente, fue buscar el agujero de bala! Podemos estar tranquilos (a medias), no es mi coche el de la bala, ¡es el de mi jefe! Al parecer la bala ya venía con el coche cuando lo compraron hace unos años. Así que aprovecho para,desde aquí, mandar un saludo muy especial (en el que me incluyo) a todos los que esa semana estuvimos haciendo coñas siniestras sobre el asunto de la bala!

La semana que viene más y seguro que mejor,

Un abrazo desde Nigeria!!